El primer paso para alcanzar una construcción sostenible implica la selección cuidadosa de materiales. Los ladrillos y el hormigón utilizados en la industria contribuyen considerablemente a la huella de carbono de las edificaciones, principalmente debido a las largas distancias de transporte y los procesos de fabricación. Por ello, la tendencia hacia la construcción modular está en aumento, reduciendo significativamente dicha huella.

Una alternativa es optar por materiales ecoamigables en la construcción sustentable, priorizando aquellos cuya fabricación sea local. Además, mirar hacia atrás en la historia puede ofrecer valiosas lecciones para la edificación sostenible.

En tiempos antiguos, cuando el transporte era limitado y costoso, cada comunidad construía utilizando los materiales disponibles localmente, como piedra o adobe. Estas técnicas eran respetuosas con el medio ambiente, ya que rara vez requerían mortero, y los materiales de las edificaciones antiguas se reciclaban para nuevas construcciones o se descomponían naturalmente.

La preocupación por el aislamiento también era clave en el pasado. Materiales como el adobe, la paja y la madera ofrecían un aislamiento natural. En regiones como Norteamérica, todavía se emplea la madera en construcciones ligeras, mientras que en Europa la paja gana popularidad en áreas rurales como ejemplo de construcción sostenible y ecológica.

El uso de estos materiales no solo minimiza la generación de desechos y reduce los costos de transporte, sino que también disminuye las necesidades energéticas de las viviendas. Estos principios deberían guiar los proyectos contemporáneos de construcción sostenible.