En este artículo pretendemos ayudarte realizar una pintura en interiores de calidad.
Para hacerlo, lo primero será escoger el tipo de pintura que más se amolde a tus gustos y necesidades. Vamos a mostrarte los tipos más comunes que existen, con sus ventajas e inconvenientes.

Para finalizar, te daremos algunos consejos útiles para salir bien parado y obtener un resultado grandioso. Verás que la pintura en interiores no ofrece demasiados retos más allá de ser cuidadosos en lo que hacemos y no saltarnos los pasos necesarios.

Pintura en interiores: Tipos para escoger

Existen distintas opciones para realizar una pintura en interiores al gusto de cada propietario. Algunas pinturas ofrecen acabados mate o brillantes. Otras te aportarán un resultado liso o con textura.

Además, veremos que no todas las pinturas sirven para todas las superficies. Las hay que solo son aptas para paredes y techos, mientras que otras también se pueden aplicar a muebles o superficies metálicas.

Por último, cada tipo de pintura tiene su tiempo de secado particular, y mayor o menor resistencia a la condensación y la humedad. Algunas se mezclan con agua, pero no todas. La facilidad de aplicación y de limpiado, así como la versatilidad de colores, cambia también de un tipo de pintura a otra.

  • Pintura plástica o de látex

La pintura plástica pertenece también al grupo de pinturas que se pueden diluir con agua y es quizá la más usada en decoración de interiores. Presenta el atractivo de que se pueden elegir tres tipos de acabados distintos: mate, satinado o brillante.

Además, tiene grandes ventajas como pintura en interiores, como facilidad de aplicación y que es lavable. Si la pintura es de calidad también es susceptible de teñirse usando tintes al agua.

  • Esmalte sintético
    De gran versatilidad, el esmalte sintético da buenos resultados como pintura en interiores ya sea en paredes, madera o superficies de metal.

Requiere, eso sí, un tiempo de secado más largo que las de látex. Pero esto se compensa con que es bastante resistente y duradera.

Otorga un acabado liso, y además ciertos esmaltes tienen propiedades antioxidantes.

Similar al esmalte sintético tenemos el esmalte al agua. Es fácil de limpiar, no resiste mal el agua y es más respetuoso con el medio ambiente.

  • Pinturas en interiores antihumedad y antimoho
    Están especialmente indicadas para esos lugares proclives a acumular condensación, como cocinas y baños. A favor también tienen que aportan un mejor aislamiento general en la vivienda.

Algunas de ellas ofrecen una amplia gama de colores a elegir. En general son de secado rápido, fácil limpieza y olor tenue.

  • Pintura a la cal

Las razones para escoger este tipo como pintura en interiores son: es ignífuga, transpirable y regula la humedad, y no amarillea. Además, al llevar cal en su composición se considera más eficiente contra las manchas y el moho.

La pintura a la cal no es válida para superficies metálicas, maderas o yesos, pero sí en paredes de piedra rústica, cemento de interiores e incluso fachadas.

Aunque su gama cromática de base son colores claros, permite el añadido de colorantes para disponer de tonos más intensos.

  • Pintura metalizada

Esta pintura en interiores ofrece un acabado brillante con un efecto metalizado muy atractivo y decorativo. También tiene cierta capacidad para imitar a otros materiales, como mármol y estuco.

Tiene gran resistencia a los roces y ralladuras, pero exige que la pared esté lo más lijada y alisada posible. Incluso puede ser recomendable preparar antes la pared o techo con una pintura base. De lo contrario, las imperfecciones de la superficie se harán bastante evidentes.

  • Estuco

De modo similar a la pintura al temple, el estuco proporciona un acabado próximo al gotelé. O sea que da cierto relieve y textura a la pared y un aire más rústico. También imita razonablemente bien al mármol y la piedra natural.

Posee, además, propiedades impermeabilizantes, una duración incomparable, y aporta nobleza. Ahora bien, aplicar el estuco requiere un gran dominio de la técnica, y pocos pintores saben hacerlo con maestría.

Consejos para pintura en interiores

Si ya has elegido la pintura que más te conviene, quizá quieras tener en cuenta algunas consideraciones básicas antes de meterte en faena. Las principales son:

  • Para llevar a cabo una buena pintura en interiores es fundamental, en primer lugar, proteger todo muy bien. Nos referimos a: suelos, rodapiés, puertas, interruptores y enchufes, lámparas y halógenos, picaportes y ventanas. Papel de periódico, plásticos y tape automotriz seran tus principales aliados.
  • Raspar la pared con espátula y cepillo de cedras duras será imprescindible para comprobar el estado de la misma. Deberás examinar con exhaustividad los desperfectos que presente la superficie, y solucionarlos si son muy graves. Podemos encontrarnos con pinturas mal adheridas, grietas, agujeros, deformaciones y desconchados que habrá que retirar con la espátula.

En las imperfecciones, una vez raspadas, se recomienda aplicar un fijador para garantizar el agarre de la masilla que, inevitablemente, deberemos emplear. Extenderemos la masilla por todas esas zonas desconchadas, con grietas, con agujeros, etc. La pared deberá quedar lisa y homogénea. Lo conseguiremos aplicando un taco de lija una vez la masilla esté seca. Para finalizar, limpiaremos bien el polvo generado.

Si ves que no quedó bien la primera vez, repite todo el proceso hasta conseguir un acabo perfecto. Y no te olvides de respetar los tiempos de secado de la masilla.

El siguiente paso será aplicar al menos una capa de imprimación. Esto permitirá que la pintura se adhiera como es debido, garantizado un resultado profesional.

Principal error en la pintura de interiores: No tratar las manchas

¡Atención a si la pared presenta manchas! Es habitual caer en el error de pintar sobre las manchas con la misma pintura que usaremos para el resto. ¡Error! Corres el riesgo, casi seguro, de que las manchas vuelvan a aparecer.

La solución es aplicar previamente una pintura específica quitamanchas.

Llegó la hora de coger la brocha y el rodillo

Una vez la superficie esté “arreglada” es cuando podemos proceder a pintar en interiores con propiedad. Las herramientas principales que necesitarás son:

  • Una brocha o brochín especial para esquinas, donde el rodillo no llega.
  • Rodillo de hilo antigota. Lo puedes encontrar de distintos tamaños, válidos tanto para paredes lisas o con texturas no demasiado acusadas.
  • Otra opción es usar una turbina eléctrica con pistola. Previamente, tendrás que preparar la pintura siguiendo las instrucciones del fabricante. La distancia ideal con respecto a la superficie a pintar es entre 20 y 30 cm. Se suele aplicar en franjas laterales, cuidándote de que cada franja monte la anterior alrededor de un tercio.

Consejos finales para la pintura en interiores

Dependiendo del tipo de pintura, tendrás que dar una o dos manos. Puede que tres si esta es poco densa. Deberás fijarte de nuevo en las especificaciones del fabricante para saber si es necesario mezclar la pintura con agua y en qué proporción.

Por último, señalar que se suele empezar a pintar por el techo, con la ayuda de un alargador, para luego seguir con las paredes. Primero es recomendable pintar las esquinas y zonas de unión entre pared de hecho, y dejar el uso del rodillo para el final.

Asegúrate de que la capa o capas de pintura están bien secas antes de por fin retirar las protecciones. ¡Y listo!

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